¡¡Cronopios, titirimundis!!
¡Trotaconventos, vagamundos, vigoleros, atolondrados, zascandiles, utopianos, zurrebulles, espantapájaros, aperplejados, beguinas y veganos!
El neoliberalismo es la tumba de las libertades poéticas. Las modas, la publicidad, las inercias, las convenciones, y demás laxantes del cerebro, están haciendo de nuestro mundo un corralillo de autómatas aburridos y de monótono encefalograma. La uniformidad es otra forma de sumisión al servicio del poder.
Es este un llamamiento para la rebelión sociopoética:
No se puede cambiar el mundo sin una cierta cantidad de elocuraciones.
El Che Guevara y Walt Whitman harían una buena pareja.
Carlos Marx sin Groucho Marx resultaría demasiado aburrido.
Busquemos en nuestra rutina un momento para la ensoñación y el delirio.
Columpiémonos en la prima de riesgo.
Cortémonos las raíces, busquemos globos aerostáticos.
Si tienen que llenarnos la cabeza de algo, que sea de pájaros.
Convirtamos la Banca en una casa de telarañas.
No admitamos más jaulas que las de grillos.
Para transformar la sociedad debemos cambiar las estructuras políticas y económicas, sí; pero también la estructura de nuestra sensibilidad.
Esto solo se puede conseguir mediante el arte.
Y todo arte es, a fin de cuentas, arte de Birlibirlocos.
Más contundente que un adoquín, es un verso.
Muy poético y muy bonito, Eso es saber vivir. Y qué buena idea el blog padre e hija. Me gusta. Un beso para los dos. Bueno tb para Montse
Para acabar con una sonrisa.
¡Bravo!
Más contundente que un adoquín, es un verso Y UN BESO, el que os mando por esta delicia de blog que seguiré con sumo placer.
Nadie sabe muy bien de donde le llega la inspiración…es más, nadie sabe muy bien quién es…pero de lo que no cabe duda es de que Birlibirloque tiene mucho arte. Un abrazo desde tierras australes. Esther Tobarra
¿Dónde están esos birlibirlocos?
¿marinadas,? ¿Javieradas? ¡Venga que no decaiga! a pesar de las identificaciones, de las novatadas, de las reivindicaciones… buscad un ratito para «colgar» algo aquí que nos da alegría y gustito leerlo.
Si leyese, en cualquier parte del mundo, un texto en el que apareciese una palabra tal como «zascandil» o «zurrebulle», reconocería al instante su autor. ¡Muy vuestro! ¡Me encantáis!
Javier, como siempre me ha gustado mucho el último artículo del colectivo Puente Madera. En relación al mismo, te mando una página con alternativas de consumo; se trata de http://mecambio.net. Un abrazo y que la disfrutes
Cómo me gustan estos Birlibirlocos!